martes, 2 de septiembre de 2008

Alto en el camino


Qué bien sienta hacer un alto en el camino. Parar la rutina, dejar atrás las responsabilidades, no pensar en las cosas pendientes, ni en las que hemos hecho y de las que estamos esperando los resultados. No coger el teléfono, dejar la pantalla en negro, no responder al timbre, y olvidarnos del paso del tiempo.

Un único objetivo en mente, gozar y sentir. Sentirte, dentro, caliente. Unos minutos, un tiempo precioso, en el que realmente no sé si estoy viva o muerta ...

Más rico aún cuando es totalmente imprevisible, cuando no hay tiempo para nada, cuando la prisa es propietaria de nuestras vidas, y aún así desafiamos a la realidad y retomamos el timón, el rumbo de un viaje hacía el bienestar.